Storytelling vs. Storydoing
La experiencia que propone el storydoing es conectar con el público e interactuar, la acción frente a la contemplación.
Seguro que alguna vez has oído hablar del storytelling en alguna ocasión, o por lo menos has recibido publicidad en ese formato sin darte cuenta. Consiste en contar una historia transmitiendo los valores, el espíritu y los beneficios de una marca sin necesidad de “solo” publicidad. Es decir, se suaviza el mensaje y transmite transparencia, por lo que el consumidor desarrolla empatía, pudiendo abordar sus inquietudes e intereses.
Se ha convertido en una técnica de comunicación muy utilizada y valorada por los marketeros, ya que engancha al consumidor y permite una mayor cercanía con los grupos de interés de la marca.
La irrupción del storydoing
Tanto ha gustado este formato que ya empezamos a estar saturados de historias. Ante este desgaste, ha surgido un nuevo concepto: el storydoing.
Como su nombre indica, significa pasar de las palabras a la acción: la marca pasa de repetir y repetir sus valores a ofrecer una experiencia real que pone de manifiesto que realmente pone en práctica lo que anuncia. Pasar del decir al hacer. Del contar al vivir. Por ejemplo: BIC, la empresa de bolígrafos, decidió que no era suficiente con decir que le encanta la creatividad y la apoya, por lo que creó una tienda por su aniversario en la que se podía pagar con creatividad. Aunque parezca similar, los patrocinios y eventos NO son story doing, pero sí parte de su contenido, como una canción.
Es decir, el storydoing incluye storytelling. Es desarrollar un discurso de comunicación con el que acercarse al usuario. Podemos ver un ejemplo con The North Face: sacaron una canción en Spotify que solo se puede escuchar los días de lluvia.
¿Cuáles son las ventajas del storydoing?
La gran ventaja del storydoing frente al storytelling es que necesita una menor inversión en paid media, ya que estas campañas generan un gran earn media con enormes ratios de engagement. Además, tienen gran impacto en las redes, porque los usuarios comparten su experiencia real, convirtiéndose en embajadores sin sentirse invadidos.
Lo mejor para entenderlo es visualizarlo en un ejemplo, y el ejemplo por excelencia es el de Red Bull, que organizó un evento en el que un paracaidista se lanzó a la tierra desde la estratosfera. Las cifras fueron desorbitantes y batieron récords. El valiente paracaidista superó la barrera del sonido, además de otros récords. ¿Y cómo se llama? El de Redbull. Nadie, o casi nadie, se acuerda de su nombre.
¿Te ha convencido esta técnica marketera, pero no sabes por dónde empezar? Déjalo en nuestras manos. ¡En Nasas nos encanta la creatividad!