Tendencia vs Atemporalidad
Ambos enfoques, diametralmente opuestos, se enfrentan en cada etapa del proceso de diseño.
Un debate que resuena desde las aulas de diseño hasta las agencias y estudios de todo el mundo es si un buen diseño debe ser tendencia o atemporal. Este dilema podría relacionarse con otro de los desafíos que agobian a los diseñadores: ¿Forma o función? A continuación, intentaremos arrojar luz sobre este dilema.
En el mundo del marketing y la publicidad, la funcionalidad del diseño es evidente, ya que las empresas buscan vender sus productos y servicios. Si bien existen diversas formas de hacerlo, en este contexto, el diseño desempeña un papel crucial en la forma en que se presenta. La manera en que diseñamos contribuirá a que nuestra audiencia nos elija o no. Pero, ¿qué es preferible: estar a la moda o mantener una comunicación coherente a lo largo de los años?
A continuación, presentaremos una descripción de ambos conceptos:
Tendencia
Relevancia actual.
Las tendencias y modas reflejan lo que está sucediendo en la sociedad en el momento presente, y el diseño actúa como un espejo de esa época o momento. Crear diseños con estéticas actuales facilita la conexión con nuestro público, ya que, como miembros de la sociedad, son capaces de reconocer ciertos códigos contemporáneos. Esto puede hacer que se relacionen con mayor facilidad y empatía con un producto o servicio.
Seguir el mismo camino que la mayoría puede ayudarte a ser comprendido por tu público, pero, en contraposición, puede hacer que tu solución de diseño no se destaque entre los demás.
Inspiración creativa.
Las tendencias pueden ser sumamente inspiradoras, con ideas frescas, nuevas tecnologías y técnicas. La clave al seguir las tendencias radica en fusionar lo que destaca en el mundo con tu propia creatividad, creando así un nuevo camino. Este camino no difiere demasiado de la tendencia, pero es lo suficientemente único como para ser percibido como algo distintivo.
Comunicación de modernidad.
¿Recuerdas cuando tus padres intentaban usar alguna de tus expresiones para parecer más actuales? Pues en el mundo del marketing, muchas marcas necesitan parecer jóvenes para vender sus productos. Tienen que hablar en el mismo lenguaje que su público. Sin embargo, esto a veces se convierte en un ejercicio complicado que puede ser fácilmente detectado por su comunidad. No basta con intentar aparentar modernidad; debes ser genuinamente moderno. Tu tono de voz, valores y conocimientos deben encajar tanto con tu público como con lo que haces.
No obstante, existen algunas desventajas en seguir ciegamente las tendencias. Por un lado, los diseños pueden volverse obsoletos rápidamente, lo que puede resultar en costos adicionales a nivel creativo. A largo plazo, esto puede llevar a que la marca no tenga una identidad reconocible que le reste prestigio y valor.
Atemporalidad
Durabilidad.
Los diseños se convierten en una inversión y a largo plazo mantienen su atractivo. No están sujetos a la volatilidad de las tendencias y pueden seguir siendo relevantes durante años o incluso décadas. Estos ejercicios se suelen dar más en el mundo del branding, pero hay campañas de publicidad que han “envejecido” muy bien con el paso de los años. Que el diseño sea atemporal también le da un recorrido a la marca, unas bases sólidas con las cuales comunicarse con el tiempo encuentran un tono y un estilo propio.
Universalidad.
Al no caer en tendencias se suelen usar códigos más universales, el uso de la forma, el color o el simbolismo es algo que difícilmente varía con los años. Un ejemplo de esto es el diseño racionalista, que aún no pudiendo ser tendencia es fácilmente entendible y usable por alguien de cualquier época.
Valor a largo plazo.
El hecho de no tener que hacer revisiones tan continuas como aplicando tendencia, hace que este tipo de diseño se convierta en una inversión y que las decisiones tomadas en determinado momento, duren un cierto tiempo.
Diseñar algo atemporal puede ser un desafío, ya que requiere evitar elementos de diseño que puedan quedar obsoletos con el tiempo y centrarse en principios de diseño sólidos y funcionales.
Como conclusión final, la elección entre seguir una tendencia o buscar la atemporalidad en el diseño depende de los objetivos del proyecto, la audiencia a la que se dirige y la visión del diseñador. A veces, una combinación de ambos enfoques puede ser efectiva, incorporando elementos atemporales en un contexto contemporáneo.